Convivimos constantemente en entornos de incertidumbre y cambio, y hoy, ante la crisis provocada por la pandemia, la complejidad aumenta. La respuesta para poder anticiparse y actuar es comprender y reconocer, evitando quedar atrapados en la queja y la incapacidad.
A lo largo de mi carrera he acompañado diversos procesos de cambio, desde acciones de adaptación a la creación de nuevas culturas corporativas con cambios estructurales, tecnológicos y de modelos organizacionales.
En todos esos procesos he evidenciado la necesidad de gestionar un método de trabajo que contemple diversos pasos, desde la prevención (anticipación) hasta la intervención en crisis (cuando ya se ha desatado el conflicto).
Estos pasos metodológicos nos permiten gestionar la incertidumbre de una forma ordenada. No se trata de controlar la incertidumbre, sino de gestionar sus consecuencias.